miércoles, 4 de diciembre de 2019

El amor al toro bravo: por su estampa





 El escritor Fernando Sánchez Dragó ha rendido hoy un homenaje a la fiesta taurina y a la figura del matador, que, "cuando vence al toro -ha dicho-, nos enseña a vivir", pero también a morir, si es el animal quien lo hace y el torero fallece "en la arena o en el hule".

El amor al toro bravo: por su estampa, su altanería, su elegancia… no las aprecio con igual majestad en ningún otro animal. El toro bravo de verdad, vive y muere poderoso y valiente, noble y libre. Sólo agacha la cabeza para embestir, no rechaza la pelea ni el castigo, y lo hace con verdad.



Acho la Sevilla de América


¿ Acho la Sevilla de América ?  NO  no

Acho es historia, tanto así que el Rey Juan Carlos Primero solo ha visitado una plaza de toros fuera de España, la Plaza de Acho,  habiendo sido construida en la capital del el virreinato de España.
La plaza de toros “Rodolfo Gaona” de Cañadas de Obregón, Jalisco fue construido exprofeso por don Agapito Gómez para festejos taurinos, siendo inaugurado en 1687, siguiéndole en antigüedad el de Béjar, provincia española de Salamanca, en 1707 y, después, el Coso de Acho, en Lima, Perú, en 1776, la tercera plaza de toros más longeva del mundo y no hace falta ser aficionado para visitar la majestuosidad de la Plaza de Acho y su museo taurino, como no es obligatorio ser católico para acudir y apreciar el arte de la catedral de Lima.

La vida taurina en Acho se inició realmente después del terremoto de 1746, la primera plaza fue hecha con tribunas de madera, la segunda plaza fue edificada por Agustín Hipólito Landaburu, el empresario que construyó el ruedo y que invirtió 107,609 pesos y 6 reales de la época, quien en 1765 solicitó licencia para construir una plaza firme para las corridas de toros a las orillas del rió Rímac, al pie del cerro San Cristóbal. El 15 de Junio de 1765 el Virrey Manuel de Amat y Juniet -quien en 1765 mandó renovar completamente las instalaciones de la Plaza, dándole la forma octogonal que existía hasta 1944 año en que nuevamente fue totalmente transformada para darle la fisonomía que tiene actualmente- expidió el Decreto aprobatorio y Landaburu obtuvo la licencia de construcción a cambio de la promesa de pagar una suma anual de 1,500 pesos al Hospital de los pobres. La obra de la Plaza Firme de Toros de Acho fue encargada al Alarife Cristóbal de Bargas, uno de los mejores de Lima, y se trabajó aceleradamente.


La fecha de inauguración de la Plaza de Toros de Lima (Plaza de Acho) tenía una serie de imprecisiones históricas, ya que las fuentes de principios del siglo XX, así como las diversas publicaciones sobre el tema, no daban una fecha exacta, pero gracias a una erudita investigación realizada por el Académico de la lengua e historiador, doctor Aurelio Miro Quesada Sosa -destacado intelectual peruano que fuera director del diario decano de la prensa nacional, "El Comercio", cuyo amplio y profundo trabajo, al respecto, expusiera con motivo de los actos celebratorios por el bicentenario de la inauguración del coso del Rimac, el 9 de Febrero de 1966, en el Museo Taurino de Acho, habiéndolo incluido en la recopilación de artículos de su autoría que con el título de "Temas Taurinos" fue publicado en 1997- se llegó a determinar con
precisión que la primera corrida de toros efectuada en la Plaza firme del Hacho, como era denominada entonces, se celebró el 30 de enero de 1766, en la que se lidiaron 16 reses destinadas para los diestros de a pie y a caballo. En el cartel de esta corrida inaugural figuraban los espadas "Pizí" o "Pisí", "Maestro de España" y "Gallipavo", los tres peruanos y el primer toro que pisó el ruedo de Acho para ser lidiado se llamó "Albañil Blanco", procedente de la hacienda Gómez, ubicada en la localidad de Cañete (sur de Lima), cuyos ejemplares, según don José Emilio Calmell, en uno de sus libros publicados y cuyo título es "Diccionario Taurino del Perú", llevaban sobre sus lomos la divisa rosa y caña de esa hacienda cañetana.

La Plaza Firme de Toros de Acho, aún inconclusa, fue inaugurada el Jueves 30 de Enero de 1766 con
asistencia del Virrey Manuel de Amat y Juniet, y aún pendiente la autorización del Rey de España Carlos III, la cual se dió, un año más tarde, por Real Cedula. Desde entonces Acho ha sido mudo testigo de la evolución del toreo en el Perú. Desde aquella época, ya lejana, de apogeo de las figuras y suertes nacionales, pasando por la institución, gracias a la influencia de Bonarillo, de la corrida formal (finales del siglo XIX), hasta nuestros días, luego de la reconstrucción de la plaza (1944).

Plaza con un amplio redondel, Acho tuvo un gran aforo desde su inauguración y, según Ricardo Palma, ocupaba mayor espacio que los mejores cosos españoles. Con el tiempo, el redondel se redujo un tanto para ampliar los tendidos.

Cooperation historica: Dikey Fernandez,

torosnperu.blogspot.com


Referencias;

Sebastián Castella sale a hombros tras cortar una oreja a cada toro de su lote!

Sebastián Castella sale a hombros tras cortar una oreja a cada toro de su lote!





Quinta Corrida de Abono Acho 2019.

Muy buena tarde de toros con gran ambiente familiar, con un lleno en los tendidos se llevó a cabo en
la bicentenaria plaza de toros de Acho la última corrida de Abono a la usanza Goyesca en honor a Pancho Fierro.
La decoración del ruedo estuvo en manos de la  Mexicana Isabel Garfias quien pintó una imagen emblemática del pintor peruano. Fue una muy buen tarde con toros con presencia y hechuras para cualquier plaza del mundo, dando juego en términos generales, Morante no tuvo suerte con el primero y tampoco con el segundo, suerte es lo que nesecitaba por que el no pudo hacer nada, Sebastián Castella pudo lucir con la muleta unas tandas profundas y muy
templadas cortando una oreja al haber pinchado en todo lo alto, así como la valentía y entrega del peruano Andrés Roca Rey Derechazos ajustados y es golpeado otra vez por el toro, naturales retrasados Roca Rey con firmeza queriendo abrir la puerta grande, stocada entera tras pinchazo y dobla el toro, que el respetable les supo agradecer con palmas, su segundo toro lecionado sqliendo del caballo pero no fue devuelto y le negaron el pedido de regalar un toro por no ser costumbre en Acho.

Al final, el Jurado de la Municipalidad del Rímac declaró desiertos los Escapularios de Oro, premio a la mejor faena, y Escapulario de Plata, al mejor toro. Es la quinta vez que en la Feria Nazarena se da esta situación. Deberian haber otorgado el escapulario de carton al señor Morante por su deficente labor.

Ficha del festejo;
Plaza de Acho, llena
Toros de la Viña y El Olivar

Morante de la Puebla. Pitos - Pitos

Sebastián Castella. Oreja - Oreja

Andrés Roca Rey. Palmas - Palmas